todos

todos
Sonríe, que yo estoy aquí sonriendo gracias a ti.

domingo, 10 de agosto de 2014

Mi Amor de Niñez.




Mi Amor de Niñez.



ADVERTENCIA: Les Recomiendo Control En La Lectura Ya Que Esta Contiene Escenas De Sexo Explícito Y No Me Hago Responsable Que Sus Mentes Sean Pervertidas Por Mí Jujuju…. ^w^

Personajes: Kim Hyung Jun & Tu
Escritora: Bettsy

Era uno de esos días en que parece que el mundo te dio la espalda porque nada te sale bien; te habías sacado una mala calificación a pesar de lo mucho que habías estudiado, a tu novio lo encontraste besándose con tu mejor amiga en la parte trasera del colegio y cuando los encaraste te echo la culpa de todo, que tú lo habías arrastrado a buscarse otra, porque ni siquiera un simple beso le habías dado, te enrabiaste tanto que terminaste golpeando a ambos y soló fuiste tú la expulsada, peleaste con tu madre cuando se enteró de lo sucedido, huiste de casa después de la pelea con ella y ahora vagabas por las calles de la ciudad sola bajo la lluvia que caía copiosa a esa hora.

- Sólo me falta que me asalten o violen para rematar mi mal día, me dije con ironía, ya nada podía ser peor.



Seguí caminado por las calles sin rumbo fijo, me comencé a sentir un poco mareada y mi cara caliente, me abrace a mí misma cuando e frió comenzó a helarme los huesos, ya que estaba toda empapada, de repente siento que alguien me cubren con un paraguas, al girarme para ver quién era la luz de un foco me segó y me desmaye. Entre sueño sentí el calor de la espalda de quien me cargaba, se sentía tan cálida, segura y olía muy bien, que volví a perder el conocimiento.

Cuando desperté me hallaba en una cama, me habían despojado de toda mi ropa mojada y llevaba puesta solo una camiseta, me asuste ya que no sabía que me había pasado, ni donde estaba tampoco, quise incorporarme pero una voz desde la puerta me detuvo.

- veo que ya estas despierta (t/n)?, entrando con una bandeja con comida.
- Hyung Junnie??, como es qué?... sentándote en la cama.
- terminaste aquí?, asentí, en su mirada había enojo cuando me entrego la bandeja, para luego sentarse a mi lado - tu madre me pidió que te buscará, ya que según soy al único a quien le harías caso acerca de volver, estaba enojado su tono de voz me lo dejo claro.
- pero… me hizo callar colocando su dedo en mis labios.
- espera un momento y escucha, prosiguió – estaba muy preocupada y me contó acerca de su pelea de esta tarde, ¡¡cómo se te ocurre hacer eso!!, salir huyendo así… si te hubiese pasado algo, que sería de tus padres pensaste algo en eso, solo atine a agachar la cabeza avergonzada – te detuviste a pensarlo siquiera, dime?, negué con la cabeza – gracias a Dios no te paso nada... Aigoooo!!!!, se levantó para dar un par de vueltas por la habitación mientras se revolvía el cabello - no sabes el susto que nos distes y me diste a mi igual…
- Mianhe…
- Lo sientes… asentí – claro lo sientes ahora... NO!!.
- Oppa deja de regañarme… no lo haré más… lo prometo, dije al borde de las lágrimas. Estaba muy avergonzada.
- ahora dime... lo mire con cara de ¿? - de verdad los golpeaste a ambos?... asentí con la cabeza, confundida por su cambio de humor tan repentino - y como te sentiste después?
- creo... que... bien... conteste dudosa.
- aun no me creo que golpeaste a esa chica y tu ex novio en el colegio, porque ahora es tu ex novio verdad, volví a asentir confusa para luego echar a reír junto a él, ya que volvía a ser mi Oppa de siempre. - nunca creí que fueras capaz de tales cosas, siempre te he visto tan indefensa, mi pequeña Dongseng, dijo acariciando mi cabeza igual como si fuera una niña pequeña – pero ya veo que me equivoque.
- Oppa ya basta..., dije apartando su mano de mi cabeza - ya no soy una niñita.
- siempre lo serás para mí... colocado su frente junto a la mía, lo que hizo que mi cuerpo entero se estremeciera - veo que la fiebre ya bajo... me alegro, me dijo con su rostro aún muy cerca del mío, dejo escapar una leve carcajada al ver mi incomodidad – tranquilita no te haré nada, dijo mientras me miraba divertido. - ahora come lo que te traje antes de que se enfrié, se levantó para salir.
- Hyung Junnie??...puedo preguntarte algo?
- Dime (t/n).
- Quien cambio mi ropa?, pregunte avergonzada.
- Fui yo, porque pasa algo malo?… dijo como si nada, mientras que yo sentí que la presión dentro de mi cabeza reventó de repente de la vergüenza.
- PORQUE HICISTE ESO!! no sabes que el cuerpo de una mujer es sagrado y solo lo ha de ver su marido?. Comenzó a reírse a carcajadas – OPPA NO TE RÍAS!!… no es gracioso cómo pudiste.... murmure al borde de las lágrimas.
- (t/n), tranquila no vi nada… nada interesante de todos modos, seguía riéndose.
- Te odio Junnie!!!, tapándome con la sabana y dándome vuelta para el rincón.
- ya come lo que te traje, necesitas recuperar fuerza, yendo hacia la puerta.
- no quiero!!.
- no fui yo, fue tu madre la que te cambio, así que no tienes nada por lo que estar avergonzada, me destape bruscamente para mirarlo con rabia…
- eres cruel Oppa como puedes hacerme ese tipo de bromas. le aventé una almohada. él solo me saco la lengua y salió para irse riendo. – a veces haces que de verdad te odie Junnie!!, grite. - pero por más que quiera hacerlo no puedo, murmure para mí. – hasta cuando me tratara como una bebé y vería que ya soy una mujer?, suspire penosamente.

Por más que trataba de luchar con mis sentimientos lo amaba con toda mi alma, pero él era demasiado grande para mi casi 10 años de diferencia. Me enamore de él desde el primer momento que lo vi, aquel día soleado cuando se mudó a nuestra calle, siempre le decía que algún día me casaría con él, y él siempre se reía nunca me tomaba enserio, le decía a mi madre; - que eran cosas de niños que algún día lo olvidaría y encontraría a alguien mejor para mí y de la misma edad.

Cuando le conté que ya tenía un novio pensé que quizás hay me tomaría un poco en serio, pero al contrario se alegró y dijo; - ves (t/n)… encontraste a alguien de tu misma edad para ti, ahora ya me puedes dejar atrás. Recuerdo que me enoje mucho, porque era así?, porque no me tomaba enserio?.

Muchos recuerdos invadían mi mente, recuerdos tristes y alegres de mi vida con él. Mi vecino, quien me cuidaba y me protegía como una hermanita.

- jamás me tomara enrecio, volví a suspirar sujetando mis pierna sentada en la cama.

Al rato volvió al dormitorio trayendo consigo ropa que mi madre había mandado.

- tu madre mando eso... dejando la ropa a los pies de la cama.
- Junnie??.
- que pasa ahora (t/n)...
- nunca seré lo suficientemente buena para nadie... verdad, dije con tristeza rompiendo a llorar después. Se acercó rápidamente para abrazarme.
- no digas esas tonterías, que me rompes el corazón pequeña, es cierto que tuviste una decepción amorosa esta tarde pero eso no significa que vaya a ser así siempre.
- pero es la verdad, dije sollozando.
- tu eres una chica muy buena, dijo limpiando las lágrimas de mi rostro con sus manos, pero estas seguían cayendo - escúchame... no te quiero volver a oírte decir nunca más que no eres buena para nadie me oíste cualquier chico estaría feliz de tenerte como novia.
- cualquiera tal vez menos tu... verdad Oppa.
- no seas injusta tampoco.
- porque si es la verdad… todo porque soy menor que tu... eso que tiene que ver, alce la voz.
- tu no entiendes (t/n), evitando mi mirada.
- claro que no te entiendo si siempre me evitas y me ignoras...
- eso es... porque...
- porque dime de una buena vez.
- porque yo no me encuentro bueno para ti!!... Aigo!!! decía una y otra vez caminado de aquí para allá sacudiéndose el cabello.
Sus palabras fueron como un balde de agua fría para mí, limpie mis lágrimas con mis manos y reí con ironía.

- Parece que estamos a mano, me miro sorprendido.
- a mano??.
- Si... yo no me considero buena para ti, y tú no te consideras bueno para mí, creo que eso me deja claro que nunca me darás una oportunidad.
- yo nunca dije eso.
- pero así es no... no importa lo que haga para llamar tu atención, salir con otros chicos, huir de casa nada, siempre me veras como tu hermanita y nunca como mujer, eso es lo que de verdad me molesta porque yo de verdad te am...

No me dejo acabar mis palabras por camino directo hacia mí y me robo mi primer beso, beso que jamás pensé que llegaría, estaba demasiado sorprendida, no entendía cómo?, ni porque?

- Porque??, pregunte sorprenda - si en solo para dejarme tranquila no... volvió a silenciarme con su boca.
- TE AMO, de hace ya mucho tiempo.
- Pero... iba a decir algo, pero me silencio con un beso de nuevo.
- te amo, te amo tanto que me duele día tras día el no admitirlo, pero soy mayor que tú y eso no es muy bien visto... sus palabras me llegaban de lejos que no daba crédito a lo que mis oídos oían.

Él me amaba? no entendía nada de lo que me decía acerca de los estigmas sociales y sociedad que nos rodeaba, eso me valía un carajo si él me amaba. Me abalance en sus brazos y lo bese, mis besos eran algo torpes, demasiada lengua y poca sensualidad, pero eso no importo ya que él me fue guiando, haciendo círculos con su lengua alrededor de la mía primero, para luego rodear mis labios con los del, dando pequeños besitos sobre ellos, y apoderarse de mi boca de forma salvaje logrando que se escapara más de un suspiro, aferrándome fuertemente a su cuello.

- (t/n) detente, me pidió tratando de separarnos un poco.
- No quiero!!, dije caprichosa, ya que sabía que si lo soltaba de seguro se arrepentiría.
- (t/n) debemos ir con calma.
- No!! porque te arrepentirás después y dirás que nunca paso nada... y No quiero!!, no quiero eso...
- No lo haré lo prometo, lo mire de reojo con desconfianza - ahora me soltarías un poco...
- solo si prometes algo más... me pegue mas a su cuello para decirle unas palabras quedito al oído - ESTAS LOCA!!!, apartándome bruscamente...
- porque no Junnie??, dije haciendo puchero - dijiste que me amabas?
- te amo y mucho, pero eso... AHORA!... es ir muy rápido.

Mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas ante su negativa, me amurre cubriéndome con las mantas girándome para la pared.

- no hagas esto más difícil para mí, quieres (t/n)...
- pero si tú eres el que no quiere, dije desde debajo de las mantas.
- pídeme cualquier cosa, menos eso... al menos no ahora... sentí cuando se sentó a mi lado en la cama. Más no conteste.

Escuche entonces ruidos como si se estuviese desvistiendo me gire para ver, pero levanto las mantas para meterse a dentro.

- Estas segura que quieres que haga esto, asentí haciendo puchero - Aigo!!... yo quería que esperáramos un poco, dijo rascando su cabeza - ven.

Me acerque para acurrucarme en su pecho desnudo (muchas veces lo había visto sin camiseta durante el verano) aun así no dejaba de admirarme de lo hermoso que era, con la diferencia que esta vez no solo lo veía como otras veces a través de mi ventana, si no que esta vez seria mío y yo de él.

Beso mis labios de una manera muy tierna, casi una caricia, que me arranco un profundo suspiro entreabriendo los labios para dejarlo penetrar en ellos, su lengua indagando mi interior tiernamente hacia que mi cuerpo entero se sintiera caliente como afiebrado. Me asuste un poco cuando sus manos se colaron por debajo de mi escasa ropa, para acariciar mis pequeños senos, sin dejar de besarme.

- Dime una cosa... lo mire curiosa - seré el primero, verdad?, en su ojos había una chispa de fuego que me quemaba, mientras asentía con la cabeza - de verdad quieres que haga esto... me miro apoyándose sobre uno de sus brazos - aún podemos parar... lo jale por el cuello para que callara esa boca y la utilizara para lo único que me serbia en aquel momento, "besarme".
- Estoy segura, mientras entregaba mi boca a él, además de mi cuerpo y alma en aquel momento - 100% segura de que quiero.
- sin remordimientos entonces?, dijo sonriendo.
- sin remordimientos... imitando su sonrisa.

Volvió a besarme pero esta vez con más hambre y pasión, que me quitaba el aliento a ratos, quito mi escasa ropa para comenzar a bajar sus besos primero mi cuello, mi nuca y cabello, luego mis pechos acariciándolos, estrujándolos, devorándolos, hasta llegar a mi feminidad y besarla dulcemente, logrando que los gemidos que salían de mi boca fueran cada vez más fuertes, al rozar, succionar y besar con su lengua y labios cada parte, para luego volver a subir en el mismo camino de besos que había hecho anteriormente. Se detuvo unos segundos para mirarme detenidamente, que me avergonzó un poco.

- Nunca te he dicho lo bella que eres, negué con la cabeza… - pues lo eres… y sabes lo que es mejor de todo esto?, lo mire curiosa – es que solo serás para mí. Sus últimas palabras me hicieron extremadamente muy feliz.

Volvió a devorarme los labios, mientras acariciaba mi entrada con su pene suavemente haciendo que me desesperaba, al tiempo que miles de volt (de corriente) recorrieran mi cuerpo entero retorciéndome de placer. Para luego ingresar lentamente (que daba la impresión de que estuviese marcando mi cuerpo de paso), enterré mis uñas a su espalda al sentir la presión y el dolor de su miembro entrando en mí.

- Estas bien?, pregunto al ver mi cara de sufrimiento.
- Lo estoy Oppa, mentí un poco ya que no quería que se detuviera.

Una vez que estuvo todo dentro y el vaivén de sus caderas comenzó, el dolor se fue poco a poco, para dejarme sentir como nos hacíamos uno. Sus jadeos - ahh!!... shhiii!!... Omo!!!, que salían de su boca eran exquisitos y observar su rostro en aquel momento no tenía precio. Cuando acelero el ritmo de sus penetraciones sentí que mi cuerpo se quemaba, y comencé a gemir como loca cuando llegamos al clímax, para desvanecernos lentamente ambos sobre las sabanas después.

Lo último que escuche que dijo antes de caer dormida por el cansancio fue:

- ahora estas condenada porque ya no te dejare ir nunca de mi lado, para besar mi frente luego.

A la mañana siguiente desperté sola en la cama, me quería morir, me dolía todo el cuerpo y para colmo había pasado la noche afuera, sin avisar nada a mis padres. Me coloque rápidamente mi ropa que estaba a los pies de la cama y corrí escaleras abajo.

- He, he, hey tú, donde vas tan rápido?. Escuche que me hablaron de la cocina.
- A mi casa mis padres me mataran si no aparezco.
- No te preocupes ya les avise. Mordisqueando una tostada - ven a desayunar mejor.
- ¿¿Qué???.
- Que ya les avise que te quedaste a pasaste la noche conmigo, dijo como si nada sonriendo.
- Que!!!, grite estaba muerta, quemada e incinerada, una sombra gris se dejó caer sobre mi cabeza.
- Tranquila lo tomaron bien. Dijo dándome un fugaz beso.
- Que cosa, tomaron bien?, lo mire con desconfianza.
- Que me casare contigo cuando termines de estudiar. Me parecía que estaba soñando. - Porque te casaras conmigo verdad?.
- Si estoy soñando no me despiertes por favor, pedí mientras me abrazaba a su cuello para besarlo – claro, claro que sí, obvio que sí…

Mi pésimo día que hasta antes del desmayo había sido horrible, había terminado de maravilla y en brazos de mi único amor, mi amor de niñez, de adolescencia y el de toda la vida.



…Fin... 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario