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Sonríe, que yo estoy aquí sonriendo gracias a ti.

martes, 12 de agosto de 2014

CAMBIANDO NUESTRO FUTURO.




CAMBIANDO NUESTRO FUTURO.



Personajes: Park Jung Min y Tú
Escritora: Abio Bebe


Relato de Park Jung Min
20 de diciembre del 2013.

Recorro las calles sin rumbo, camino para cansar mi cuerpo, para no morir de desesperación sentado estático en cualquier lugar. Cualquier cosa es mejor que la soledad infinita de mí ser, veo sin ver, escucho sin oír, muero sin morir. El alma me ha abandonado. Estoy cansado, tengo calor y sed, me estoy volviendo loco.

“¿Esa es una iglesia, creo que debo entrar?, voy a descansar en una de sus bancas. ¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué Tuvo que ser ella?, existen tantos seres miserables en el mundo y no mueren, y sin embargo ella que era tan feliz, que me hacía tan feliz, ¿Por qué ella dios?. Debí ser yo, debimos irnos juntos, eres cruel ¿Cómo pudiste arrebatarla de mis brazos? ¿Con qué derecho permitiste que muriera entre mis brazos?... Tu crueldad no tiene límites ¿Cómo puedes permitir que exista un dolor tan inmenso y no sanarlo con la muerte? Nunca te he pedido nada hoy sin embargo estoy ante ti con el alma en pena, como el más grande desgraciado, como el ser más infeliz. Apiádate de mi dolor y mándame la muerte o consuélame devolviéndome a mi amor.”

Las lágrimas y los lamentos desesperados de un pobre joven atrajeron la atención de un anciano que se encontraba a las puertas de la iglesia y conmovido ante su gran dolor se acercó para brindarle un poco de consuelo.

- Hijo mío tu infinito dolor lacera mi alma, permíteme ayudarte, déjame escuchar tu pena.
- Nadie puede ayudarme ni dios pues el mismo ha sido quien me ha arrebatado lo que más amaba en el mundo. Solo la muerte podría darme consuelo.
- No te apresures a llamarla muchacho, cuéntame tu pena y déjame consolarte.
- Nada hay que contar solo que la mujer a quien he amado más que a mi propia vida murió ayer en un accidente. ¿Puedes devolvérmela, acaso eres el demonio que viene a ofrecerme un pacto para devolvérmela?. Mi vida entera no sería suficiente como pago por estar un día más con ella.
- No muchacho, no puedo devolvértela, pero si puedo hacer algo por ti. Dime que tan dispuesto estas a reencontrarte con ella y tratar de evitar su muerte.”
- Estoy dispuesto a morir. Puedes ayudarme.
- Sal de este lugar y haz lo que esté en tus manos para lograrlo.

Quise creer lo que el anciano decía y Salí como alucinado del lugar, no habían pasado dos horas desde que entre a la iglesia, sin embargo había oscurecido. Seguí caminando y mis pasos me llevaron a la puerta de su casa, estuve parado frente a ella durante un largo rato, perdido en mis pensamientos.

Repentinamente se abrió la puerta y ella salió, no me moví del lugar, pensando que la locura por fin había hecho presa de mi di un paso apresurado hacia ella y chocamos. Se le cayó la bolsa que llevaba en la mano y me agache a recogerla, al agacharnos juntos nuestras cabezas chocaron y reímos juntos.

- Perdón, le dije - no quería lastimarte.
- Hola. ¿Eres Park Jung Min? No lo puedo creer, ¿Qué haces por estos rumbos? Nunca pensé encontrarme con alguien como tú al salir de casa. Guau mis amigas no lo van a creer. ¿Estás perdido?
- Si muy perdido.
- ¿En serio?
- Si.
- Pregúntame y quizá yo pueda ubicarte. ¿A que parte de la ciudad quieres ir?.
- Busco talentos y quiero saber si hay alguna escuela de arte por aquí.
- Por supuesto que sí, pero andas perdido… de verdad amigo, los domingos no abren ninguna escuela.
- Ya sé.
- Seguro estas desorientado por el cambio de horarios entre tu país y el nuestro ¿verdad?.
- Posiblemente.

Aceptaba su juego de palabras y además me daba cuenta que no me conocía pero la felicidad que sentía era tan grande que me asfixiaba.

- Puedes decirme por favor que día es hoy.
- Ya te dije que es domingo.
- Sí, pero que mes, año.
- Me vas a hacer pensar que estas loquito si sólo son unas horas de diferencia, no años ni meses.
- Sí, estoy loquito, me puedes decir por favor que año y que mes son.
- Sé que estás jugando conmigo, lo noto en tus ojos, la alegría que reflejan me dicen que quieres tomarme el pelo. Pero bueno voy a seguirte la corriente. Hoy es domingo 6 de enero del año 2013.
- Gracias señorita, es usted muy amable.
- Oye en serio no estarás loquito verdad.
- Ja. Ja. Ya te dije que sí lo estoy desde hoy. Apenas hace un momento el dolor y la desesperación destrozaban mi vida. Y resulta que he retrocedido más de un año en mi vida y te encuentro fresca y rezagante... ¿Quieres ser mi novia?.
- Oye no juegues de esa manera, que no soy ninguna tonta para que me tomes el pelo así.
- No te estoy tomando el pelo, tan solo quiero vivir tan intensamente como se pueda el tiempo que pueda estar a tu lado.
- Ha bueno, te refieres a este momento, bien, pues invítame aquí enfrente a tomar un helado.
- Bueno, vamos.

Nos sentamos en nuestra mesita de costumbre y ordene:

- Señor Tomas por favor un tres marías para (T/N)… chocolate, vainilla y fresa, con chispas de chocolate, tres cerezas y mucha nuez. Y uno aguacate para mí.
- Oye como sabes mi nombre y el de don Tomas.
- Sé más cosas de ti, de las que puedas imaginar.
- ¡Ha sí! Como qué por ejemplo.
- Sí, que vas a ser mi novia, que te amo y que deseo casarme contigo hoy mismos es posible.
- Ja, ja, ya me estas tomando el pelo de nuevo y si sigues siendo eso te planto un par de bofetadas y te embarro el helado en la cara, deja de ser tan payaso. En la computadora te ves muy seriecito y hasta le he dicho a mis amigas que voy a violarte porque tú nunca te atreverías.
- Pues soy materia dispuesta. Le dije abriendo los brazos. - Todo tuyo hasta el fin de nuestros días.
- Estas seguro de no haber perdido la chaveta, no me estas confundiendo con alguien.
- Te caí Ja, ja. Me encanta cuando haces esas muecas y tu cara de asombro. Pero nunca en mi vida he hablado más en serio. Tú eres la persona con la que sueño, alucino y con la única que me casaría hoy mismo si lo quieres.
- Si claro, lo dices porque es de noche y sabes que no hay registro civil, pero si mañana me lo repites te juro que no habrá forma de que te arrepientas porque aunque sea amarrado te llevo al casorio.
- No necesitas amarrarme, iré por voluntad propia.
- Bueno ya, no, basta de chazas.
- Si me dices que sí, hoy me quedo contigo y mañana nos casamos.

Se levanta mirándome con asombro pero también con una expresión pícara en los ojos, toma mi mano la jala y me arrastra hasta su casa.

- Ma, Pa, este dice que se quiere casar conmigo y como yo si consiento pues se va a quedar aquí si es preciso lo mantendremos amarrado, porque de que mañana me lo llevo al registro civil me lo llevo.
- Ja. Ja. Ja. Pero joven cómo es posible que haya llegado a esos extremos con esta loca, deja a ese chamaco en paz mija que lo vas a asustar.
- Ni madres ahora me cumple.
- Usted que dice joven.
- Señor José me concede el honor de darme la mano de su hija.
- Ha chingar pero es que esto va en serio Vieja ven rápido Por cierto tú quién eres, nunca te había visto por aquí, como conociste a este demonio, seguro eres uno de sus compañeros de la escuela de arte.
- No señor acabo de conocerla, pero siento que es la mujer con la que quiero compartir mi vida, y también que la conozco muy bien.
- Oiga joven no quiera tomarme el pelo, que con todo lo ruda que mi chamaca es no deja de ser una niña tierna y sensible.
- Lo sé señor
- Bueno pues entonces déjame decirte que no puedo permitir que se case con un completo desconocido, no sé qué intensiones tienes, tú no eres de aquí, se nota tu acento extranjero, apenas y hablas nuestro idioma. Que haces, quien eres, de donde saliste. Porque estás aquí.
- No sé cómo llegue a este lugar hace unas horas era 20 de diciembre, mi corazón estaba destrozado e imploraba la muerte.
- Te sientes bien muchacho, pareces delirante.
- Estoy perfectamente señor mi corazón no cabe en mi pecho de tanta alegría. (T/N) estoy con ella, he podido tocarla, escuchar su voz y voy a evitar por todos los medios que se aparte de mi lado.
- Me asustas muchacho, no te entiendo. Como puedes estar en diciembre, diciembre acaba de pasar, ya estamos en enero.
- Por favor invíteme a un bar, lo que tengo que decirle parecerá una locura, pero es el único que puede ayudarme.
- Te veo tan exaltado que sí, lo hare. Vamos. En la esquina hay un restaurante en el que puedes tomar una cerveza si consumes algún alimento.

Salimos y entramos al restaurantito de la esquina.

- Mire. Me llamo Park Jung Min y usted me conoce muy bien o mejor dicho me conocería muy bien después del primero de agosto que fue la fecha en que conocí a (T/N) durante un concurso de búsqueda de talento. Ella y yo nos hicimos novios y nos casaríamos el 26 de diciembre de este mismo año, pero el 19 de diciembre un accidente fatal, la arrebato de mis manos. Al día siguiente, después de las pompas fúnebres, caminando por las calles encontré una iglesia. Un anciano se acercó a consolarme y luego me dijo que saliera de la iglesia, camine sin rumbo hasta encontrarme frente a su casa y mi alegría fue inmensa al mirarla salir por la puerta. Lo demás ya lo sabe.
- Lo que me cuentas es una locura mi hija no está muerta.
- Ya lo sé y debo evitar que muera, usted tiene que ayudarme. Mire me saco un guardapelo que tenía colgado del cuello y se lo entrego a José.
- Es…
- Sí. Me lo dio el día que le propuse matrimonio. Fue un regalo de su abuela, la mamá de usted. Lea la dedicatoria en la fotografía. Para mi futuro esposo con todo mi amor te adoro Park. Y como firma una media luna sonriendo y guiñado un ojo. Con la fecha 6/11/13 Como bien sabe. Su esposa lo recibió de su madre y ella de su abuela. Usted lo recibió el día que le pidió matrimonio y cuando su hija tuvo novio y pensó que era muy en serio, se lo regresó a su esposa para que me lo diera el día que le pedí matrimonio.
- Esto es una locura muchacho, no puedo creerlo, dice que mi hija va a morir.
- Sí señor, el 19 de diciembre del 2013, el conductor que la atropelló frente al parque estaba totalmente borracho. Quiero casarme mañana mismo con ella y llevarla lejos de ese loco que la va a matar y usted tiene que ayudarme.
- Estas seguro que eso evitará que muera.
- No lo sé, pero abre hecho lo único que está en mis manos hacer, alejarla de su asesino.
- Dios mío esto es una locura, pero mi hija no está enamorada de ti apenas te conoció hoy,
- Lo sé. Yo estoy aquí para escoger un equipo que trabajará conmigo. El equipo de jóvenes al que elegiré será él equipo de sus compañeros y a ella estaremos aquí dos semanas más por su talento y los padres de los chicos aceptaran que se trasladen a Corea para que sean preparados, durante ese tiempo nos convertiremos en una familia los conozco como ellos me conocen. Mariana me pidió que nuestra boda religiosa se realizara aquí al lado de ustedes y la civil se llevará a cabo en Corea. Ustedes tendrán que viajar a mi país para que ella no esté aquí el día de su accidente.
- Iremos al fin del mundo si con esto podemos evitar su muerte, que no te quepa la menor duda…
- Hoy fue nuestro primer encuentro, me quedaré una semana, no puedo hacerlo más tiempo. Si en esa semana acepta casarse conmigo lo haremos pero la ceremonia se llevara a cabo dentro de su casa con un juez y un cura contratados y mientras esté aquí, le agradecería me preste la recamara en la que me dejó dormir tantas veces durante nuestro noviazgo.
- Lo hare muchacho, lo hare, aunque debo confesarte que siento mucho miedo, esta situación me aterra.
- Y debo decirles algo.
- Preferentemente no, ellas se asustarían más que nosotros. Me dedique a conquistarla toda la semana le dije que me gustaría llevarla a Corea como mi esposa y ella acepto.

Los trámites necesarios para nuestra boda los había hecho desde el día lunes por si acaso y su papá los agilizo recurriendo a algunos amigos. El viernes nos casamos y el jueves partimos a Corea. Los meses pasaron volando, pero conforme se acercaba diciembre mi temor iba en aumento, se acercaba el fatal 19, no le había dicho absolutamente nada de lo que me atormentaba. Y se llegó el fatal día, no fui a trabajar pensaba pasar el tiempo a su lado, segundo a segundo.

A eso de las 3 de la tarde sonó el teléfono y en ese mismo momento (T/N) me dijo que no había helado y que la llevará a comprarlo. -Espera un momento le dije y fui hacia el teléfono, “-no señor todo está bien, no hemos salido de la casa para nada y no pienso dejarla salir hasta mañana”. En ese momento escuche la puerta de la calle cerrarse. “-Acaba de salir,” grite lleno de pánico, solté el teléfono y corrí a alcanzarla había atravesado la calle e iba en dirección a la tienda.

La alcancé en la entrada. Le compre helados de todos los sabores para que no volviera a salir y mientras regresábamos a casa me dijo: -se me había antojado tanto el helado que hasta tengo un grano en la lengua, y además no quería que saliera con cara de helado. Mira y me mostró su lengua. La abrace y baje mi cabeza para morderla y sentí como su cuerpo se aflojaba en mis brazos. La apreté fuertemente y trate de recargarme en la pared de la barda. Justo a tiempo un auto pasó velozmente a nuestro lado y de no haberse desmayado la habría arroyado. El conductor se paró adelante y nos pidió disculpas, pensó que había logrado pegarle o empujarla, dijo que venía distraído. Me ayudo a llevar las compras a casa. Yo La cargue y la acomode en el sillón, llamé al doctor, le di las gracias al hombre que nos había ayudado y supe al fin que la maldición había terminado. El fatal 19 solo sería una terrible pesadilla. Cuando él doctor llego dijo que había sido algo natura, por él embarazó. Sí. Mi princesa estaba embarazada, y pronto nacería un fuerte y sano bebe. Tendríamos un futuro, pleno y largo...




-FIN-



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